lunes, 15 de febrero de 2010

Duerme Conmigo


Luego de darte el beso de las buenas noches y apagar la lámpara de tu velador que cada noche dejas encendida, recordé el ajetreado día que habíamos tenido y me dispuse a lograr quedarme dormida, pero de pronto un fuerte dolor en el pecho me hizo pensar en cosas que quizás no tienen mucho sentido, y mucho menos para ti que los dolores del cuerpo ni te preocupan. Pero sentí que mi corazón dejaría de latir en cualquier momento y un miedo aún peor me consumió de repente, sentí que por fin me lograría quedar dormida, que por fin me sumergiría en un sueño profundo, pero del que jamás me despertaría y comencé a recordar los momentos más felices de mi vida, como cuando te conocí a ti y a toda la gente importante que ha sido parte de mi vida, mi madre, mi padre, mi hermano…A pesar de todo este miedo decidí arriesgarme y tratar de dormir, aún sintiendo la terrible angustia, cerré los ojos y me olvide de todo de repente. Desde ese momento solo recuerdo el beso que me diste para despertarme, sabía que estabas a mi lado, pero no tenía idea de en donde estabamos.